El arte, la gloria,
la libertad se marchitan,
pero la naturaleza siempre
permanece bella.
Lord Byron
Contó Homero que en el sureste de Europa, por un tiempo
fue eterna la Primavera. Había hierba siempre verde y espesa,
flores que nunca se marchitaban.
No existía el Invierno, ni tierra seca Y muerta.
Tampoco hambre…
La responsable de tal maravilla era Démeter,
cuarta esposa de Zeus,
diosa de la fecundidad de los campos, Madre Tierra,
diosa del trigo, que proporciona el pan.
En la mitología latina es la diosa Ceres.
Representada como una digna matrona portando
dos antorchas, símbolo de nacimiento y de luz.
Del matrimonio nació Perséfone.( Core)
una hermosa joven, a la que su Madre adoraba.
que solía jugar en un campo, lleno de flores.
Quiso el destino que un día pasase por allí
el terrible Hades, dios de los infiernos
ese que rige en el Tártaro
o Mundo de los Muertos.
con su temible carro tirado por caballos,
Se prendó de Perséfone, la raptó y llevó
a su territorio, el subsuelo.
Deméter, al no hallar a su hija, se puso a llorar
y, portando una antorcha en cada mano, emprendió
un viaje de nueve días, con sus nueve noches.
Al décimo día el Sol, que todo lo ve,
se atrevió a confesarle quién la había secuestrado,
Furiosa por tal ofensa, Demetér abandonó sus funciones
y el Olimpo. Viajó y recorrió la tierra.
¡Pobre Tierra! se quedó desolada y sin fruto alguno,
al verse privada de la mano fecunda de la diosa,
la natura secó y las plantas no crecían.
Ante lo cual Zeus, Padre de los dioses, dueño y señor del cielo
intervino y la obligó a regresar al Olimpo
y retomar sus funciones. Pero… no pudo
devolverle a su hija, porque Perséfone
ya había probado la granada, fruto de los infiernos
y no podía abandonar las profundidades
para regresar al mundo de los vivos.
Sin embargo, entre Zeus, Démeter y Hades
se llegó al acuerdo de que: una parte del año,
Perséfone estaría con su esposo, y, la otra,
con su madre.
Por ello, cuando Perséfone regresa con su madre,
Démeter muestra su alegría y hace reverdecer la tierra,
con flores y frutos.
Por el contrario, cuando la joven desciende
al subterráneo, el dolor y rabia de su madre
se demuestra con la melancolía del otoño
y el dolor del invierno.
Así explicaban los griegos la sucesión de las
Estaciones.
El otoño y el invierno son tristes y oscuros
como el corazón de Deméter, separada de su hija.
La alegría y la serenidad retornan cuando vuelve,
La PRIMAVERA.
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Primavera del Valle
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