Zoa bravo el viento en la noche
cae la lluvia palida y limpia,
se riza la espumosa ola
la alfombra de la arena blanca y fina
sepulta mis pies,
y esa dulce y cálida brisa
agita mis cabellos
mientras allá en la lejanía,
en el malecón
contemplo tu rostro y su mirada de halcón,
por el que se desliza una lágrima
de melancolía...
Qué noble y hermoso
es aún tu semblante,
cuan delicado y luminoso
es el azul de tus ojos,
esos cabellos plateados,
antaño rubios y dorados,
hoy, de nieve, coronados
con el radiante halo,
de un sólo anhelo,
la hermosura de tus manos
esas son tus dotes,
con cuya belleza
y herencia ,
me habré de honrar
y engalanar...
Querido abuelito
cuando te miro
sentado en tu silla de ruedas
contemplando la brumosa
bahía
con esa tu mirada llorosa
envuelto en la profunda agonía,
de los recuerdos del ayer,
que sabes, ya no habrán de volver...
con ese rictus de amargura
marcado en la comisura
de tu boca
¡ Yo te entiendo,
amado viejito,
si, sí, claro que te comprendo !
a tu lado con tristeza, me siento
apoyando mi cabeza
sobre tus rodillas,
mientras tu acaricias mis cabellos
por ti brotan mis lágrimas...
Se que te sientes como esa ola
prisionera
que ya no puede correr altanera
romperse y coronarse de espuma
tras la duna o el dique
TÚ que has nacido Caballero,
que has sido vocacional marino
y bohemio,
que has bogado por todos los Continentes,
amado y soñado a través de poéticos Mares,
vivido entre riesgos, placeres, aventuras, y amores,
Tú que has sentido la llamada de la bohemia
posado, para soberbios pintores, imagineros
geniales escultores,
prestado el ángel de tu belleza
que ellos con sacra inspiración,
han plasmado en sus lienzos,
tallas y esculturas
Recuerda... que allá en la Pontificia Roma
son muchos los santos
que muestran la perfección de tus facciones
y las múltiples expresiones
de tu noble rostro,
el dolor
Amor
La exultación del gozo
y su exaltación,
que eres el puente
que encauza hacia los benditos cielos
multitud de peticiones
ruegos y oraciones
¡ Abuelo querido, no llores
muy pronto volverás a bogar
por el más maravilloso de todos los Mares
donde la paz y alegría
podrás recuperar.
La ilusión en tus ojos, volverá a brillar
en tu boca la sonrisa
a todos, nos volverás a mostrar...
mi lindo abuelo
maravilloso caballero,
tú, me has legado, el más bello
de todos los tesoros!
Los dos sabemos cual es...
ese dulce veneno
que en la sangre, ambos,
llevamos!