Hoy que estoy de paso
por este Mundo de aquí abajo
no quiero entender las cosas tristes
y dolorosas de su vida.
La fuerza terrible , el dolor y desgarro
de su acometida;
si el soplo fiero o cálido del viento
cual un suspiro del alma
o un desgarrador lamento
mientras aquí el reloj sigue con su tic tac
indiferente.
En mi morada, allí arriba, el tiempo es eterno
a la llegada, paso y marcha de la gente,
Aquí todo llega
apenas permanece
cuando ya se va...
El mar, mágico escenario
sigue entonando su permanente
sinfonía
que ignoro si es de obediencia
a una fuerza superior,
o de felicidad y alegría
cual su entonase un canto de amor...
y el amado sol que brilla e ilumina
cuando puede, y le es permitido
mientras por la lluvia
no ve su ciclo
interrumpido.
No quiero pensar a donde van
que es lo que hacen
por qué a veces sufren y lloran,
y otras ríen o cantan,,
por qué se quedan sin ánimos
por qué les brindan
los hados sus perfumados
racimos y pese a ello
¡ se hunden!
Mientras tratan de alcanzar
los ensueños
y la fantasía,
que le son negados;
con los ojos
entornados,
se sienten
cansados
tristes
y agobiados,
prefiero ignorar porque sufren
y
después olvidan...
obviar las cosas grandes
extrañas, sorprendentes
y misteriosas de la vida aquí en la Tierra...
¡ No , no quiero pensar!
Hoy tan sólo
los ojos quiero cerrar
y esperar indiferente a tomar
mi próximo vuelo
a mi amado reino
de Annyland
invitando a todo aquel
que me quiera acompañar,
para dejar al fin, de ignorar, de sufrir
y llorar.