Hay ciertas formas de... ver, escuchar, de degustar, olfatear
y sentir al tacto la seda
de la vida...
A veces mis dedos detienen complacidos su paso
por el sonido aromático de lirios y peonías al escuchar
el melodioso colorido de tus mil voces de acordes celestiales,
que acarician cual el soplo cálido y fragante
de las yeguas de fuego sobre las brisas sureñas del Helicón…
al sus ojos pintar el sonido sincopado y mágico
de aquellas olas blancas y espumosas de tu playa
de arrecifes, promontorios y corales sinuosos…
Si tú no puedes todavía hablarme con los ojos del color
recitarme con la voz inmensa de las manos
verme con la paleta inabarcable de los sonidos
cuando escuchas la mirada dorada y afectuosa del sol,
ni ese único y fragante aroma a primavera palpas con el paladar
es que esos tus ojos no olfatean el tacto de luna en su plenilunio
de aquellos sus mil guiños y sabores argentos,
ni aprecias del son multicolor y rutilante de sus destellos,
ni del vuelo amoroso , la danza de los más deliciosos deseos
porque tu corazón no contempla la locura maravillosa,
ni te ruge la zarpa, en las entrañas, del juncal placer de ...