Desde la sabiduría,
todas las edades tienen un sentido profundo
y todas las culturas son un tesoro..
por ello, si así lo deseamos podemos subir
a la alfombra voladora de nuestra imaginación...
y dirigirnos hacia la cultura social…
Si dos niños, nacidos el mismo día
con idénticos rasgos físicos
intercambiasen sus roles y destinos
ocupando uno el lugar y vida del otro
por un determinado tiempo,
tengo por cierto
que sería muy bueno y positivo..
Uno podría ser un príncipe heredero de un trono
y llamarse Eduardo,
el otro Tom, y ser un simple y vulgar mendigo...
El mendigo convertido en príncipe,
se quedaría a vivir en la corte;
y el príncipe pasaría a sufrir las penurias
y desventuras cotidianas del mendigo
Ambos aprenderían mucho
sobre la realidad de la vida,
¡Por supuesto!
Uno dormiría arropado en sedas y rasos,
para conocer la cara grata del bullicio social.
Ignorante de que lo serviría y cuidarían
grandes lores y excelsas damas…
el otro… envuelto en los sucios y desgastados
andrajos miserables
que le son propios al desposeído…
Tal enseñanza les serviría a uno, para un día
regir con mayor acierto
el destino de su pueblo,
y al otro para elevar la cultura, formación,
conocimiento y bajo nivel de su destino de mendigo.
Haciéndose oír ... por plebeyos y patricios
Uno y otro sabrían del alcance y realismo de las antípodas
de sus cunas:.
El pobre y humilde del fasto, la riqueza, y el poder;
el poderoso, de la pobreza, miseria
e incontables calamidades de la plebe.
Opino que debería ser una enseñanza obligatoria
que coadyuvaría a equilibrar el destino de la humanidad…
Habrá, para mí, algún día, algo más bello que...
saber que ... en algún lugar del mundo
un príncipe que posee un sabio corazón de mendigo,
rige con prosperidad y paz, una poderosa nación;
o, que un mendigo soñador, culto, preparado y audaz
al que habita un noble corazón de príncipe
ya puede hacerse oír en Asamblea? …
¡No lo creo!.