Frente a la inmensa plaza él consintió
y una fina columna se alzó señorial,
misógina, firme gira hace piruetas, se dilata y contrae,
ignorando que pronto se difuminará en el tiempo.
Brota y se eleva, distorsionándose, con su velo blanquecino.
ajeno a todo ello...
el rey sol irradia destellos, pero hastiado de tan insulsa
contemplación pronto pasa de largo,
él, también precisa ser adorado...
su brillo refulgente y el poder que emana,
así se lo exige
por ello,
a muchos de los no aletargados, deslumbra.
Una estrella el mago ha sacado de su chistera que reluce,
mientras… se eleva sobre el paraninfo de la danza.
Mas...
la tierra, este domingo, aún sobre sus ejes gira
indiferente a todas las vanidades...
El viejo rododendro se ha cuajado de botones pujantes
es la vida, que incansablemente,
va, viene, late, muda, muda y palpita.
Mi sueño, en su contemplación,
se infla, crece, sube y levita, hace cenefas, y tiaras.
La melodía sopla, se hace rumor cristalino, y susurra
y la mar amortaja, de un triste ayer, toda chispa de locura.
El viento disfruta de su día libre, mueve, enreda y desenreda…
¡Teje aureolas, y yo sonrío agradecida!
*
(C) Ann Louise Gordon Stewards
LACAUSA
Ascrata el aña daza