Toda esta jornada pasé soñando,
Proliferaron mis sueños,
sueños y más sueños…
En uno vi en el Office lateral del jardín
a una libélula, de vuelo confiado,
alegre y bien dispuesto,
yendo de izquierda a derecha
que al salir lo hizo a la inversa,
de derecha a izquierda…
Al poco soñé haber adquirido el número
55155 capicúa, dotado con 17 millones (euros)
Que al elegirlo me sonrío e hizo un guiño
de complicidad…
Sume sus cifrar para hallar su valor absoluto
daba 3 ( tres).- Siguiendo mi habitual costumbre-
¡Eureka! Resultó premiado…
Con él me emplacé a un nuevo encuentro,
¡Qué dicha! papá, mamá y yo
otra vez juntos, en mis sueños …
Aquel anochecer, feliz, por tan grato sueño,
Seguí soñando que el cielo se había embutido
en unas sutiles nubes de puntillas sonrosadas,
antes de hacerse la oscuridad
y de apagar la lámpara
abriendo la caja de madera y plata,
para deleitarnos con Pourcel…
y así envolvernos en el vistoso foulard de su hálito melodioso.
Aquel sueño fue tan, pero tan afable,
que dejó de oler a lluvia, en mi corazón.
Se hizo la Primavera…Ý
se fueron las sombras…
Y así, por siempre, degustaremos juntos esas mil una cosas
que tanto nos gustan,
cada 23 de Abril de mis ensueños.