Preguntadle a todos:
A esa almohada cómplice de cada noche,
a “Alas”, la vieja silla de la clase de costura,
a la casa rosa de la Música
y al piano de mamá.
También a mis amigos
el mar, los vientos y las brisas,
Y muy especialmente…preguntadle a ese Tan Principal
Que cada noche me da abrigo bajo las plumas de sus alas
Y ordena a sus ángeles que al amanecer
me tomen de las manos,
para que no tropiece en las piedras del camino
y me haga daño…
Y cómo dudarlo?
Preguntadle a aquel añorado amigo
que un día se fue…
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Cuando miro hacia el mar azul
Y pienso en el amigo que se fue…
Que se despidió, aquel día que embarcó,
Su mano me dijo adiós y casi lloré…
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Pero ni lo hice… ni lo haré nunca,
me mantengo confiada a su espera,
Sabiendo-con certeza- que volverá,
Porque… así lo deseo, así debe ser… y así acontecerá.
Un día azul de primavera
sobre las aguas armoniosas de la bahía
veré ondear otra vez
las velas infladas al viento,
de aquella nao que un día lo alejó
y otro lo retorna.
Entonces sí lloraré pero será de gozo,
y una vez más confirmaré que la verdadera amistad.
jamás se rompe, es para siempre,
hasta me atrevería a decir... ¡Eterna!