Comprendo que ya nada sentiría
si me faltase la caricia de la luz del Sol...
Nada sin la belleza, encanto y frondosidad
de la hermosa Naturaleza.
O, sin el trino de las aves y contemplación
de su triunfal vuelo libertario.
Sin ese delicioso paseo
por la playa de mis ensueños,
y la caricia estruendosa
de su majestad ¡El Mar!..
Sin el gozoso transito, de cada día,
por el "Bosque de la Alegría",
la delicia melódica
y pictórica de sus risas,
la sombra gentil de sus esbeltos
y frondosos guardianes.
Sus elegantes cipreses....
Nada sería,
sin la grata caricia de tu mano,
el cálido abrazo,
de tu afecto y consideración,
Y sin esa reconfortante sensación de…
perseguirme,
allá,
donde quiera que vaya,
¡La Felicidad!
.
¡No, Nunca,Nunca...