Mi adorable caballero, es dulce melodía,
llama pura, que da a mi vida,
noche y día,
placer, risa, gozo y alegría...
Ragalándome va paso y compás,
danza, dicha, belleza y ventura.
Es modelo de encanto, honor, lealtad
donosura y templanza.
Luce modales de exquisitez y finura...
Posee mi doncel
un galopante corazón de corcel
que da alcance y, frena mi anhelo
de relámpago.
En nuestro ardiente lecho amante,
perfumados claveles encendidos
y pámpanos, a él, le crecen
amapolas en el pecho
y a mi…me titilan
níveas palomas del beso...
Mil cisnes se deslizan por la piel
de los deleites, que guiando van,
la carroza florida de las delicias...
Laboriosas y diligentes son las abejas
de nuestros, abrazos, promesas... caricias...
Tentadora, a eso del atardecer,
me deslizo por sus crepúsculos encendidos
soñando llegada la hora de que él,
en pos de mi...
acaricie el terciopelo de mi piel...
Nos besamos, vuelan palomas
entre suspiros, con gozo y placer levitamos.
Y, cual todo lo amante leal y fiel
se besan nuestros ojos,
al traspasar juntos, abrazados,
cómplices de un mutuo deseo,
el pórtico señorial de la gloria
Él paladea, de mi níveo seno
su dulzor perfumado de membrillo
Yo
el esplendor de, su cuerpo de roble,
frescor de heno, el néctar de sus frutos,
la savia de sus vigorosas raíces...
de atleta noble.
Sé, que, a perpetuidad, en nuestra vida
se aposentará el mágico frescor,
de ¡La felicidad!
Portando ese fulgor y destello de eterna
¡Primavera!
Pues juntos somos y seremos felices,
nuestro amor no es ni será jamás
una quimera...!