Hoy desperté ansiando "Volar" a ese lugar
añorado de mis sueños y ensueños...
abrí el balcón,
me alcé sobre la punta de los pies,
expandí las alas
y emprendí el renovado vuelo
hacia el lugar de mis ansias y gozos...
Fui entre giros y piruetas
cual fragil estola
al dulce soplo del viento,
y de mi adorada brisa sureña,
con cuyos silbos dialogué.
¡Ah Maravilla!, todo se confabulaba
conmigo:
Gozosa Volaba hacía California,
Los Angeles, Santa Monica.
Era uno de esos antaño
soleados días de Abril,
en los que destellaba el sol,
la tierra era un vergel,
aves, flores, bosques, valles,
montañas, ríos, mares y océanos
se soñaban desde el aire esplendidos...
Fuí hasta el bosque de Steví y saludé
a mis amigos los ciervos,
de allí a la playa elmilagro de arenas
doradas
y dialogué con Poseidon
las sirenas
y espumosas olas;
pero al recordarlos a ellos
y a aquella niña de antaño lloré.
Fue oscureciendo y llegó la noche,
entonces sentí frío y miedo
a las tinieblas
y recodé aquella cita:
"Ten cuidado con tus sueños:
son la sirena de las almas.
Ella canta.
Nos llama.
La seguimos y
jamás retornamos"
Gustave Flaubert
y desperté
recordando que los humanos
no pueden volar y que se debe
tener tiento con lo que se desea.
Aunque me sentí negada a evitarlo.
Ya era tarde...
mi alma, amor y recuerdos
les pertenecían.