Poemas
Súplica

viernes, 23 de enero de 2004









¡Sea la luz!






¡Oh LUZ! Amada.

Nunca jamás  debidamente ensalzada,
radiación electromagnética perceptible
al ojo humano,
¡Esplendorosa  y deslumbrante maravilla
de maravillas.


¡LUZ!

Irradiación divina, diáfana y celestial
fascinante y angelical,
luz brillante,
fúlgido resplandor universal
de fotones  cegadores,
y velocidad finita.

¡LUZ!
Magia que a nos llega,
envuelta en su aureola
y la Tierra ilumina.
LUZ que  a raudales,
traspasa mis ventanales,
llenando mi alma
de  la más dulce ambrosía.
Tú pones alas a mi corazón,
pies, brazos y manos
exultantes de alegría
y expresión.
Déjame transitarte,

recrearme, sin jamás abandonar
tu  armonioso haz,
para deleite de mi alma y sentimientos,
de  luminosidad ávidos,
y,
guíame hacia el reino de la vid frondosa,
por esa senda de  mieses doradas,
donde reposar degustando
tan exquisito néctar.


¡ Oh,

L
  U
  Z !

  Adorada mía.
  ¡Benefactora, Sanadora,
  y Gloriosa radiación!
Te ruego ilumines todas las  sendas
que  ilusionada transite.
  Ésta  mi Súplica,
  la que te hace quien,
  esperando tu llegada a ÉL ora,
  quien  te ama y añora,
  con ansia
y recibe con gozo infinito.

Esa que postrada a SUS plantas
exclama, con gratitud :
¡Gracias  Padre Celestial,y  Divino Señor,
por el maravilloso regalo de...
¡CADA NUEVO AMANECER!
                


     *

(C) Primavera del Valle

Ennio Morricone







Comentarios sobre este poemaEnviar a alguien
Deja tu opinión:
Usuario:      Contraseña:           Registrarse

Buscar poema introduciendo algún elemento del título o de su contenido:

Lista de los últimos poemas         Lista de categorías