El navegante del mar y yo, hemos dispuesto
que nos vamos a unir...
quizá... ¿ quién sabe? hasta un día,
nos lleguemos a casar,
ante un altar de palmeras y algas
a santificar nuestros amores
en el sagrado templo del Sol,
bajo el palio satinado
de los bellos
cielos sureños...
Él es siempre, tan. dulce y tierno,
¡Tan gentil!
en lo galante y cortés, el primero,
me lo acaba de pedir
a mis pies, con reverencia, se inclinó
y como si de una poderosa diosa se tratase
su pleitesía y adoración me rindió...
Mas yo... prudente y juiciosa
he decidido que voy a esperar
al menos, un tiempo,
pues, debo confesar, que hay
verdaderas bellezas
que a mi lado tratan de competir...
Está, la luminosa que camina bajo la estrella del Alba,
La coqueta y cascabelera que auarda su paso bajo la Luna,
por la playa del mágico ensueño,
con su arena fina y dorada...
Ay, pero él me confesó que es a mi
a quien ama y desea,
¡ Y no es poco!
que sueñe cada noche,
que yo soy , su dulce Princesa...
Me dijo:
¡Amada Mujer, cada vez que te miro
más y más me admiro...
eres, para mi, como un milagro,
surges de entre la luz
refulgente de la alborada
con el eco melódico de una
mágica y grandiosa Sinfonía...
es para mi, imposible soñar a otra
que resultar pueda, tan de mi agrado:
Son tus ojos...
dos maravillosos zafiros
que cuando me miran
arremolinan un río de suspiros
en mi pecho ;
tus labios rojos
parecen destellantes
y sangrantes rubies,
que encienden los fuegos de mis rutas
con pasión...
todos mis ensueños,
Tus cabellos ¡ Ay tus albos cabellos!
son los mas finos hilos de oro
que yo jamás he visto..,
tu cuerpo mujer...
es fresco, frágil y juncal,
tiene el cimbreo,
de la vara del cañaveral
agitada por la pasión y el deseo
del vendaval;
tu alma es pura y cristalina
tu sentimiento noble y generoso,
y tiene una extraña esencia divina
que me produce éxtasis y gozo
¡ Así eres tú, para mi...
una niña diosa y mujer sin igual..!.
a tu lado, para siempre, anhelo vivir
y procrear en ti, aquí en esta playa
sobre la cálida y arenosa orilla,
y así dotar a mis futuras herederas,
las aguas
del singular color azulado de tus gemas..!.
porque... desde el día en que te ví
...
ansié ver en mis inmensidades
danzando y cantando por ellas, a hermosas sirenas
de blondas, sedosas y largas cabelleras...
que sempiternamente me recuerden a ti...
¡ Ah, me siento jubilosa!
que alegría, ¡ creo yo ?
que esto me haya sucedido a mi,
no había antes pensado
que él pudiera ser mi amado,
no obstante...¡ Le diré que sí!
Pero esto acontecerá
uno de esos cálidos y soleados días
cualquiera,
en que él y yo, juntos, nos solacemos...
.¡Sí, está decidido ...
El Mar y yo nos uniremos!
para conseguir que nunca jamás
nadie ni nada,
logre separar al uno
del otro;
eternamente nuestras almas
flotarán juntas,
tomadas de las manos,
dentro de la inmensidad,
turquesa de todos
los Océanos...
As " The Star of the Seas "
*
(C) Primavera del Valle